lunes, 24 de enero de 2011

El verdadero precio de la migración a otras plataformas




El otro día tuve una interesante charla con un amigo que trabaja en una empresa de televenta para una operadora de telefonía móvil en España (omito su nombre). Me contaba cómo se las arregla para convencer a posibles clientes para que no renueven su iPhone 3G por un iPhone 4 sino por un producto de la competencia. Ya sabéis, es tan sencillo como destacar las ventajas de otros modelos sobre las del iPhone sin mencionar las desventajas (todos los modelos tienen alguna características mejor, si no no se venderían).

El modelo que él oferta varía en muchos casos en función de los premios que la propia empresa o el fabricante específico otorga a los comerciales que más móviles de dicho modelo consigan colocar en un plazo determinado de tiempo. Y son muchos los que al final se deciden por aceptar la oferta. Es por eso que hoy quería llamar la atención a algo que no se suele tomar en cuenta cuando uno decide pasar del iPhone a otra plataforma bien sea Windows Phone 7, Android, o WebOS: el verdadero precio de la migración desde el punto de vista de las aplicaciones que ya hemos instalado en nuestro móvil de Apple.


Hagamos un rápido cálculo basándonos en las medias estadísticas que han arrojado los últimos estudios. Si recordáis, dijimos que un usuario medio suele instalar 60 aplicaciones en su iPhone a lo largo de su vida útil. Si suponemos que la media de gasto por aplicación es de US $2’43 (según esta infografía), entonces resulta que después de haber comprado nuestro móvil hemos incrementado su valor inicial en 145’8 dólares (112€).

¿Qué quiere esto decir? Quiere decir que si en estos momentos me veo tentado a migrar a otra plataforma, no sólo tendré que olvidarme de esta inversión en apps, sino que tendré que comprar unas aplicaciones semejantes para volver a tener toda la funcionalidad pasada. Obviamente no todos tenemos la misma predilección por aplicaciones de pago, supongamos entonces que no, que nos conformamos con sólo la mitad, unos 70 dólares.

Esto nos lleva a proponer un caso práctico: si fueron 70 los dólares invertidos en nuestro iPhone 3GS (por decir algo) y nos cambiamos al Samsung Galaxy S (por ejemplo), deberemos desembolsar esa misma cantidad aproximadamente para poder contar con aquellas apps que tanto nos gustaban. Incluso si en el cambio nos decantásemos por apps gratuitas con publicidad no siempre sería ese el caso.

Por todo lo dicho hasta ahora, sería conveniente que en nuestros cálculos personales del coste del cambio incluyésemos más o menos 150 dólares (112€). Es probable que en este caso la migración no sea tan buena idea como en un principio nos parecía, o que la renovación de nuestro iPhone por el de cuarta generación ya no nos parezca tan cara. ¿Cómo lo veis?

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