Si hay un tipo de aplicación que me fascina dentro de las disponibles para el iPhone e iPad son las aplicaciones para pintar, el problema es que todas tienen algún defecto y encima la mayoría tienen un precio bastante elevado como para ser interesantes. Qvik Sketch Pro tampoco es perfecta pero puede que sea una de las mejores que existe en la actualidad para el iPad.
Casi siempre he tenido el mismo problema con las aplicaciones de dibujo, en el iPhone e iPod touch se antojan como algo más anecdótico que útil. Su pequeña pantalla es todo un problema en este sentido y aunque se pueden hacer maravillas está claro que es un “lienzo” pequeño.
El iPad suple sin problemas con la carencia y su enorme pantalla lo convierte casi es la tableta digitalizadora de nuestros sueños.
Qvik Sketch Pro, un poco de todo a buen precio
La mayor parte de programas para dibujar suelen ser complejos y caros. Qvik no sólo rompe sin problemas con los mitos, además añade control de precisión de lineas, algo que no teníamos hasta ahora.
Es simple. El programa es muy simple y eso se aprecia. Hay algunos programas que intentar ser más un Photoshop que un simple lienzo sobre el que dibujar, esto los convierte en programas tan complicados que no usas ni la mitad de sus funciones. Qvik es francamente sencillo y apenas tiene colores, distintos pinceles y grosor del trazo. Tal vez nos hemos pasado un poco de simple, en mi caso sólo le echo en cara un editor de capas, con esa sencilla función sería un programa aún mejor de lo que es.
Control de precisión. Tanto el iPad como el iPhone tienen una pantalla con una sensibilidad fantástica pero ninguno de los dos serán nunca una tableta digitalizadora por la sencilla razón de que no tienen control de presión, para este tipo de pantallas sólo existen dos estados “pulsado/nopulsado” y con ese funcionamiento es imposible crear absolutamente nada que requiera cierta precisión. El programa soluciona esto de una forma bastante creativa, usando la velocidad del trazado como medida de entrada el programa es capaz de dibujar lineas más o menos finas en función de la velocidad con las que hemos trazado las mismas. No aporta excesiva precisión, pero se puede repasar una silueta o crear contornos con una calidad sobresaliente.
Tiene un buen precio. Me quejaba hace poco del precio de algunas aplicaciones pero todas las que he destacado hasta el momento son gratuitas o cuestan como en este caso 0,79 euros. Es un precio perfecto por una sencilla razón, los programas de dibujo tienen precios tan altos que no los compras, esto es un capricho en toda regla más que una utilidad para el día a día, ya que no se pueden amortizar de ninguna manera. Qvik tiene un precio justo para el producto ofrecido, no es caro ni barato.
Otros de los extras con los que cuenta la aplicación es la creación de sombreados automáticos. Es una función que aporta a los dibujos un acabado muy bonito similar al emborronamiento que produce el carboncillo, es algo complicado de explicar (en las capturas tienes algunos ejemplos).
Digamos que cuando dos lineas se cruzan producen un efecto de sombreado en el cruce de ambas lineas dando un efecto de pintura antigua bastante logrado. De hecho lo que se consigue es que alguien con no mucha idea de dibujo pueda hacer algunas ilustraciones con un diseño sorprendente.
La parte negativa de este sistema es que es algo impredecible cuando las lineas están excesivamente juntas, por lo que habrá que cambiar de pincel para poder trabajar de forma más cómoda.
El sistema es bastante simple y no cuenta con mucho más, una vez terminado un dibujo podemos guardarlo en la carpeta de fotografías o publicarla en nuestra cuenta de Facebook si previamente la hemos configurado.
Como podéis ver por poco dinero tenemos una gran aplicación con la cual podemos divertirnos un rato sin necesidad de desembolsar mucho dinero, una aplicación perfecta para el usuario que no pretende hacer una gran obra de arte con su iPad pero si pasar un buen rato.
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